El musical «Dorian Gray» se inspira en una de las obras maestras la literatura que ha capturado la imaginación de generaciones durante más de un siglo.
La inspiración se origina en la fascinante e inquietante novela «El retrato de Dorian Gray», escrita por el renombrado autor irlandés Oscar Wilde. Publicada por primera vez en 1890, la novela causó un gran escándalo en su momento por su descarada exploración de la estética, la moralidad y la decadencia humana.
La historia gira en torno a Dorian Gray, un hombre joven y extraordinariamente hermoso en la decadente alta sociedad londinense de finales del siglo XIX. Tras posar para un retrato pintado por su amigo Basil Hallward, Dorian es presentado a Lord Henry Wotton, un dandy cínico y hedonista que le introduce a una nueva filosofía de vida: que la belleza y la satisfacción sensorial son todo lo que importa, y que deberíamos buscarlas a cualquier costo.
Seducido por estas ideas, Dorian expresa un deseo que se convertirá en su maldición: desea que su retrato envejezca y sufra en su lugar, permitiéndole a él conservar su belleza y juventud eternas. A medida que Dorian se sumerge en una vida de placeres sin límites y decadencia moral, su retrato se deforma y envejece, reflejando el deterioro de su alma.
«El retrato de Dorian Gray» es tanto una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y la moralidad, como una cautivadora historia de horror gótico. Esta dualidad ha mantenido su relevancia, inspirando numerosas adaptaciones en cine, televisión y, ahora, en este fascinante musical.
Como trasfondo del musical «Dorian Gray», la obra de Wilde nos invita a cuestionar la obsesión por la juventud y la belleza, y nos desafía a enfrentarnos a las consecuencias de nuestras acciones. Cada canción, cada escena, cada palabra en el musical promete reflejar esta tensión y la lucha eterna entre apariencia y realidad, entre lo efímero y lo eterno.